Las palmas de gran canaria

Esta ciudad tiene mucho que ofrecer, aquí queda el primer granito de arena de una gran duna que iremos desglosando…

 

 

Mas canteras

Una tarde cualquiera, de un dia cualquiera de un mes cualquiera, de cualquier año, eso si disfrutando de un paseo como nunca e irrepetible.

Lugar Diseminado Cuesta del hornillo

A decir verdad, el nombre no hace justicia con lo que puedes disfrutar si consigues encontrar este pequeño paraje. Pero tras mucho buscar, es el nombre con el que Google maps lo denomina o localiza.

 

Las palabras para describir como llegar sobran, ya que para alguien de fuera de la isla podría resultar imposible, pero si has llegado hasta allli podras apreciar uno de los paisajes mas esplendidos con la foto de la ciudad de las palmas de gran canria a tus espaldas y en frente …. ( esto  )

 

 

playa del hombre

No muy lejos de Las palmas capital. Camino del sur a la altura de TELDE, encontramos una carretera que nos puede llevar a una de esas playas medio escondidas, medio habitadas, medio magicas. 

Su nombre "playa del hombre" y que me disculpen las mujeres que no es machismo.  Situada en medio de una urbanizacion de pequeñas casas terreras resulta casi imposible encontrar la carretera para poder llegar a ella. Sin embargo una vez alli las rocas, la arena, los surferos y el sol hacen de la estampa un momento magico....

 

playa canteras

Simplemente maravilloso, un lugar magnifico, una playa deliciosa, una foto de ensueño. En resumen un lugar lugar para visitar….

22.888378, -83.514397

Estas son las coordenadas de un paraíso. Uno de esos lugares que aun están algo perdidos de la mano de dios. Uno de esos pocos sitios donde sientes que la naturaleza aun “sobrevive” y prevalece sobre el hombre. Uno de esos lugares donde no hay luz ni agua corriente y sientes que puedes esuchar a tu corazón detrás del canto de los pajaros y del rumor de las olas en la orilla.

 

Definirlo se me hace imposible: paz, agua, turquesa, salvaje, cristalino, andar, sol, blanca, caminar, deseo, son palabras que me vienen una y otra vez a la cabeza y que me evocan este paraíso. Lo podríamos definir como un lugar recóndito, escondido, separado de la civilización, donde el tiempo parece que se ha anclado en el pasado.

 

Arenas blancas, playas medio deserticas y in-habitadas, naturaleza que invade la playa, mariscas en la otra costa, un solo muelle para acceder con un solo barco que hace el recorrido un par de veces al día, y sobre todo unas vistas al Mar Caribe mas turquesa y transparente que jamás he visto.

 

Si puedes no te lo pierdas.

mi primera parada. PLaya de los patos

Ardua tarea esto de definir mi primera parada, hay tantos lugares que nombrar, tantos sitios que descubrir que no se con cual quedarme. Así que empiezo por uno de los lugares mas sentimentales, maravillosos y casi casi inexplorados de Tenerife, la playa de los patos.

 

Inhóspita donde las hayas, esta separada de la civilización por media hora de caminata cuesta abajo, en la que reincluyen, caminos de tierra, escalinatas vertiginosos y peldaños imposibles, aunque quizás gracias a esto sobrevive de la presencia del turismo y la masificación.

 

Tras dejar como buenamente pueda uno el coche y sin molestar a los demás, emprendemos una el paseo a través de bananeras camino de la playa. El camino parece no acabar en ningún sitio, ya que nos dirigimos hacia un acantilado en el cual no parece que haya mas que rocas y quizás algún pescador. A medida que nos acercamos, el camino empieza a serpentear hasta que se convierte en un pequeño sendero con no mas de medio metro de ancho y con el borde del precipicio a nuestros pies, en algunas ocasiones.

 

Todo este trajín termina en una escalinata, por llamarlo de alguna manera, con unos peldaños increíbles que todos preguntamos como es posible que alguien se dedicara a hacer aquello. El mejor consejo, “no mires abajo” y sobre todo mucha paciencia en el descenso. Tras unos 5 min finales de escalinatas la arena parece acercarse y empezamos a entrever el maravilloso panorama que nos espera.

 

Nada mas pisar la arena, uno siente que se ha transportado a un lugar mágico y maravilloso, un lugar sin gente ( o por lo menos con 4 gatos perdidos como tú), un lugar inhóspito, medio abandonado medio desértico, medio salvaje, y que te medio enamora. Una playa ancha, de arena limpia, rodeada por acantilados que suben y suben y suben y la vista no es capaz de ver el borde superior. Parece una gran pared enorme en al cual en la base te encuentras al refugio de todo el mundo, al refugio de todas las miradas, el refugio del mundo donde vives.

 

Caminas por la playa, y nada, tranquilidad, paz, el rumor de las olas en la arena, y sientes que estas lejos, muy lejos, tan lejos como tu imaginación quiera llevarte. Finalmente llegas al final de la playa y alli como por arte de magia, un refugio, una construcción, una fuerte, un bunker, un …. ¡¡¡ Pero como han conseguido llevar hasta allí el cemento?? !!! Afortunadamente es un resto de algún tiempo ya muy lejano, posiblemente de la época de las guerras, de los espías, de los puestos de vigilancia, en resumen, del pasado.

 

Si te decides a ir me permito darte tres consejos: el primero es que lleves AGUA. No esperes ver ningún chiringuito, ni bar, ni civilización cercana. El segundo que lleves una bolsa de basura y te lleves todo lo que fue contigo, si te gusto verla “virgen”, déjala como la encontraste. Y tercero, guarda energías para la vuelta, porque la misma escalinata infernal de peldaños imposibles ahora toca subirlos.

 

Fotos no voy a poner, creo que estos sitios son para descubrir, para enamorarse de esa primera impresión que dejan grabado en la retina para siempre, esa foto que yo al cerrar los ojos puedo ver con todo lujo de detalles, así que prueba suerte y déjate seducir por Los patos.

 

Como llegar. En coche por la carretera de Sta. Cruz a Icod de los Vinos, a la altura del km. 33 tomar un desvío señalizado a Playa Bollullo, continuar dirección a ésta 3,5 km. aproximadamente aparcando cerca de ella, desde ese punto iniciar un corto paseo, 600 m. aproximadamente hasta llegar a la playa.